Si bien es cierto que cada caso es distinto, vale la pena exponer lo que sí tienen en común ambos; el sistema de justicia que los juzgó y el principal recurso humano presente: el funcionario mexicano.
¿Por qué entonces hay tantos ciudadanos mexicanos que sin ser expertos en leyes afirman que Florence Cassez es culpable?
Llama la atención que cada día encuentro a más intelectuales y analístas que; si bien no afirman que Cassez es inocente, sí observan diversas anomalías y violaciones a sus derechos, además de reconocer que el sistema de justicia mexicano no puede jactarse de ser transparente, justo, honesto y ni siquiera apegado a derecho en no pocas ocasiones.
Difícilmente alguien que haya visto el documental “Presunto culpable” podría defender las graves deficiencias de todo el aparato de justicia que ahí se exponen. ¿Por qué no habría de ser el caso de Florence Cassez?
¿Acaso su nacionalidad es la culpable de que los mexicanos olvidemos por completo la putrefacción que hay en la mayoría de los juzgados mexicanos?
Al terminar el documental, iba escuchando los comentarios del público mientras caminábamos por el pasillo hacia la salida; todos eran de desaprobación por el nivel de injusticia en el caso de José Antonio Zúñiga “Toño”. El documental desnuda lo que la mayoría de los mexicanos ignoran: el horror que se vive todos los días en los juzgados de los reclusorios. La película nos hace sentir desprotegidos y desnudos ante una autoridad capaz de todo por encerrar a cualquiera que no tiene dinero para una defensa digna. Y a veces ni así.
Pero esa desnudez puede ser fácilmente resuelta cuando hablamos de Florence Cassez: nuestra bandera. Nada como cobijarnos y tapar nuestra “intimidad” -para evitar que vean nuestras “partes nobles”- al calor de nuestro lábaro patrio.
“¡Es imposible que Florence no supiera a qué se dedicaba su novio!” es uno de los argumentos que más escucho y leo. Me pregunto si todos los cónyuges saben exáctamente lo que hace su pareja cuando no están a su lado. Si así fuera no nos enteraríamos de tantos matrimonios que se dicen sorprendidos por la infidelidad. ¿Cuántas veces hemos hecho una investigación profesional para comprobar que nuestro novio/a es quien dice ser?
“¡Es de sentido común!” es otra de la frases de las que más se auxilian quienes juzgan a primera vista algo que les parece “obvio”. El sentido común -de un ciudadano civilizado- es que se apliquen las leyes con estricto apego a derecho. ¿Qué sería del sistema de justicia de un país si el Juez única y exclusivamente usara su...”sentido común”?, ¿tú dejarías la vida de un ser querido en manos del “sentido común” del Juez de “Presunto Culpable”?
Por lo que tengo entendido, en sistemas de justicia más desarrollados -y parece ser que en México también, o al menos debería- la declaración de un testigo ya no es la principal ni única prueba para que un Juez dicte sentencia en contra de un acusado; debe haber varios elementos que lo confirmen, como estudios y análisis periciales entre otros. En el caso de “Toño”, la prueba científica que se le practicó para confirmar que había disparado un arma, salió negativa. ¿Cómo es posible que lo hubieran encontrado culpable entonces?
Para Cassez no es muy distinto. Hasta este momento, los testimonios de las víctimas son acerca de su voz, de su acento, de unas manos blancas y una rápida vista de algo de pelo. Ninguno de los secuestrados vió directa y claramente el rostro de Florence. Peor aún; la primer declaración de una de las víctimas dice que no fué objeto de ningún maltrato físico, pero después de unos años dice que la violaron. Dichos testimonios fueron mostrados en el programa de Leo Zuckermann en Foro TV por el abogado de Cassez, del expediente del caso.
En otro programa, entrevistan a otra de las víctimas que al mostrarse la foto de Florence, afirma que es ella. Pero en su testimonio dice que nunca vió su rostro durante el secuestro.
¿Con todo esto estoy diciendo que Florence Cassez es inocente? No.
Lo que digo es que debemos exigir un sistema de justicia que no se base únicamente en declaraciones de testigos, sino en un conjunto de pruebas para poder comprobar la culpabilidad -sin margen considerable de error- del acusado. Y aunque probable o seguramente así lo dicte la ley en papel, en la práctica no sucede.
Basta que le caigas mal a un agente judicial para que te suba a su patrulla y atestigue en tu contra. ¿Qué puede él perder? ¿que ser humano, después de haber pasado por el infierno del reclusorio y un juzgado mexicano desea entablar un juicio contra un polícia judicial?
“Presunto Culpable” señala que los cuerpos policíacos reciben un bono extra de su sueldo dependiendo del número de capturas que realicen. ¿Es posible que si el Juez halla culpable al acusado haya bonos también para el personal de los juzgados? ¿Qué clase de sistema de justicia premia la “cacería de brujas”?
México le ha ganado juicios a la justicia norteamericana por violaciones a los derechos de mexicanos sometidos a procesos penales. ¿Con qué cara defenderá el caso de Florence Cassez si se violaron los mismos derechos que el de nuestros paisanos en Estados Unidos?
Ya lo dijo el abogado de Florence la semana pasada: “Tremendo ridículo hará México cuando llevemos el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.
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