Sigo sin tener a dónde ir, no tengo presupuesto para pagar otro alojamiento; por el momento, ésta casa de huéspedes sigue siendo mi hogar.
Llevo semanas quejándome con Julia de la limpieza. Sarro en el lavabo, un excusado que se asemeja a los de gasolinera de los años 70. Platos, vasos, que no pasaron por el fregadero después del desayuno y los usaron para la comida.
Los muros de la casa de huéspedes se ven sucios, los muebles maltratados, la TV de la sala no funciona. Se ha ido deteriorando la casa de huéspedes con el paso del tiempo y no le han dado mantenimiento. Siento que no recibo servicios de calidad por los que pago. Iré hablar muy seriamente con Julia.
“Ya sé a qué viene”; dijo tan pronto me vio entrar a la cocina. Me armé de valor y respondí: -“bueno, además de eso, he venido porque sospecho que el personal de limpieza se está robando objetos de mi habitación”, - “¿eso es todo?”, -“¿le parece poco? Eso sin contar que he visto que el hombre que viene a dejar el pan todas las mañanas se lleva alimentos del refrigerador, y en cada comida me sirve menos”. Se quedó callada unos segundos, y como presumiendo me dijo - “no se preocupe, todo eso se solucionará pronto” - “¿ah sí? ¿cómo?” – “tendré un nuevo socio para la casa de huéspedes” – “¿él será el nuevo administrador?”, –“¡claro que no! yo seguiré llevando la casa, él no intervendrá, sólo aportará dinero donde haga falta”, -¿y se irán a partes iguales de las ganancias”, -“sí, algo así; habrá algunos cambios, haré una reforma en la casa, ampliaremos y tendremos más huéspedes”,- “¿máaas? Pero si no pueden con los que hay…”, antes de que terminara de hablar, se fue.
Durante la comida toqué el tema con otros huéspedes y como es costumbre, se armó la polémica.
-“todo está muy claro, la tal Julia quiere sacarnos” dijo un anciano profesor.
-“¿eres tonto? ¡es obvio que todo mejorará! Su nuevo socio aportará dinero, contratará más personal y dará mantenimiento a toda la casa. Nos beneficiará ¿son tan ciegos que no lo ven?” intervino una anciana viuda.
- “no, no, no, ella venderá la casa y seguro el nuevo dueño nos pondrá en la calle”, respondió el profesor.
Para variar, para antes del postre, los gritos se escuchaban hasta la casa del vecino. Hice algunas reflexiones:
-“El nuevo socio aportará dinero para ampliar la casa, pero no despedirá a Julia, ni contratará a una nueva encargada para que los problemas de limpieza y mantenimiento se resuelvan; es más, no sé si le interese que se resuelvan. Una cosa es segura: exigirá su porcentaje de ganancia”
- “¿y qué importa que si el socio gana dinero? Nosotros tendremos mejores servicios”; grito un estudiante de medicina.
- “¿por qué estás tan seguro que mejorará la limpieza?” respondí.
- “¡porque es obvio! ¡usa tu sentido común! Si el socio quiere que haya más huéspedes tiene que mejorar las condiciones de la casa”, grito alterado
- “creería eso si despidieran a Julia, es ella quien administra esta casa, quien debe asegurarse que las personas de limpieza cumplan con su trabajo, y quien debe evitar que se roben la despensa de la cocina…cosas que no ha hecho. Julia no le rinde cuentas a nadie, ni a nosotros. El socio no viene a resolver los problemas internos, viene a hacer negocio con lo que hay y con lo que habrá.”
- “¿y qué importa que si el socio gana dinero? Nosotros tendremos mejores servicios”; grito un estudiante de medicina.
- “¿por qué estás tan seguro que mejorará la limpieza?” respondí.
- “¡porque es obvio! ¡usa tu sentido común! Si el socio quiere que haya más huéspedes tiene que mejorar las condiciones de la casa”, grito alterado
- “creería eso si despidieran a Julia, es ella quien administra esta casa, quien debe asegurarse que las personas de limpieza cumplan con su trabajo, y quien debe evitar que se roben la despensa de la cocina…cosas que no ha hecho. Julia no le rinde cuentas a nadie, ni a nosotros. El socio no viene a resolver los problemas internos, viene a hacer negocio con lo que hay y con lo que habrá.”
- “Ay mijo, no has vivido, no sabes de lo que hablas. Si Julia dice que todo mejorará, es por algo” dijo en voz baja un vendedor de seguros.
- “Pues a mi me dijo Julia que nos bajarán la tarifa en cuanto lleguen más huéspedes” exclamó muy animada una atractiva estudiante de relaciones internacionales recién llegada.
- “bonitas promesas, espero que las cumpla”
- “ash, tú no crees en nada, nada te parece”, respondió con gesto de hartazgo la estudiante.
- “hay habitaciones vacías actualmente, se han ido varios huéspedes por las malas condiciones y el pésimo servicio, no hace falta ampliar la casa, hay lugar de sobra. Si empezara por mejorar la limpieza, el mantenimiento, si remodelara, si evitara los robos a la cocina y huéspedes, habría más clientes y seguramente Julia ganaría más dinero. No entiendo porqué no empieza por mejorar lo que hay. No me opongo a que ella tenga un socio y amplíen la casa para que ambos tengan mayores ganancias; no, no me mal interpreten, sólo digo que sin necesidad de un socio podría mejorar las cosas y ganar más. ”
- “¿No entiendes que si el socio mete dinero mejorará todo?"; intervino nuevamente la viuda.
- “Mejorará siempre y cuando Julia administre mejor este lugar; pero si no lo hace, no vendrán más huéspedes y Julia tendrá que compartir sus pocas ganancias con otra persona y la situación para nosotros empeorará. Julia no ha solucionado los problemas de la casa de huéspedes por más que se lo hemos exigido, con socio o sin él.
Entiendan, el problema no es el nuevo socio, el problema no es su reforma, el problema lo tenemos dentro de casa…
Entiendan, el problema no es el nuevo socio, el problema no es su reforma, el problema lo tenemos dentro de casa…
…el problema es Julia.”
Atentamente
Un huésped de México.
(Primera parte del cuento "1º de Julia": http://bit.ly/NmVRAr )
Sígueme en Twitter: @GrinchMisantrop
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